Para poder desarrollar eficientemente las competencias comunicativas de los estudiantes, es necesario plantearse un proyecto global que implique las diferentes áreas y etapas del proceso pedagógico.
Un trazado general que defina cómo trabajar estas capacidades desde diferentes perspectivas, para conseguir que los más pequeños adquieran la pasión por la lectura y todas sus ventajas correspondientes.
El Plan Lector escolar consiste en un conjunto de estrategias ideadas para la mejora de la competencia lectora y el desarrollo del hábito lector entre el alumnado.
Debe incluir diferentes actividades y tratar el tema desde diversos ángulos, que permitan cumplir los objetivos planteados. Aunque cada Plan Lector se adapta al centro educativo pertinente, por lo general estos objetivos se agrupan en los siguientes puntos:
Potenciar
el desarrollo de la competencia lectora, permitiendo a los estudiantes
convertirse en lectores capaces de comprender, reflexionar e interpretar
diversos tipos de textos.
Hacer
partícipes del programa tanto a los docentes como a las familias y la
comunidad, para trabajar juntos en un objetivo común y poder hacer llegar a los
más pequeños un único mensaje sobre el gran valor de la lectura.
Integrar
en el proceso de enseñanza de las diferentes áreas del currículo la lectura
como eje común, permitiendo a los docentes adaptarla a las diversas materias.
Fomentar
el uso de las bibliotecas escolares como espacios dinámicos para el desarrollo
de la competencia lectora y convertirlas en el centro de formación y
documentación (incluso de punto de encuentro) de toda la comunidad educativa.
Aunque
en un primer momento pueden parecer objetivos algo ambiciosos, un Plan Lector
bien estructurado y planteado puede conseguir asombrosos resultados.