Plan de gestión del riesgo de desastres 2020
Elaboración del Plan de Gestión del Riesgo de la Institución Educativa
Es muy importante que todas las instituciones
educativas cuenten con su propio Plan para la Gestión del Riesgo ya que este
les permitirá organizarse, reducir los riesgos y tomar medidas para poder
prevenir y responder de manera adecuada a los desastres.
¿Qué
es un Plan de Gestión del Riesgo de la Institución Educativa?
El
Plan de Gestión del Riesgo (PGR) de la institución educativa es un programa de
actividades que pretende dar a conocer y poner en práctica, estrategias,
conceptos y metodologías para poder reducir riesgos, prevenir desastres, y
responder a posibles desastres que se presenten en el entorno escolar.
Objetivos
del Plan de Gestión del Riesgo de la Institución Educativa:
Conocer
los riesgos que en un momento determinado pueden afectar a la comunidad
educativa, trabajar colectiva y participativamente sobre sus causas para evitar
que esos riesgos se conviertan en desastres, y prepararse para disminuir las
pérdidas, responder más adecuadamente y facilitar la recuperación, en caso de
que ocurra una emergencia o un desastre.
Preparar
a la comunidad educativa, incluidos los y las estudiantes, los directores, el
personal docente y los padres y madres de familia, para incorporar la gestión
del riesgo en todas las actividades cotidianas.
¿Quién es responsable del Plan de Gestión
del Riesgo de la Institución Educativa?
La
elaboración, validación y actualización permanente del PGR es una
responsabilidad de los directores de toda la Institución Educativa.
El Director o la Directora se deben apoyar en
la Comisión de Gestión del Riesgo y/o en el Comité Ambiental de la Institución
Educativa para la elaboración y la ejecución de este plan.
¿Cómo elaboramos el Plan de Gestión del Riesgo
de la Institución Educativa?
El
PGR tiene diversos componentes que debemos considerar para así poder contar con
el conocimiento técnico, científico y de recursos que nos permita formular y
planificar medidas apropiadas para enfrentar las distintas amenazas y desastres
que puedan afectar a la comunidad educativa.
A
continuación se describen estos componentes.
1.1. Identificar
amenazas:
Este aspecto resulta sumamente importante porque es el punto de
partida para la elaboración del PGR
y está referido a las amenazas de distinto
tipo que son susceptibles de afectar el lugar donde se
encuentra ubicada la
institución educativa.
Entre
ejemplos de amenazas tenemos:
Fallas
geológicas activas que pueden generar terremotos, • Laderas inestables con
amenaza de deslizamiento o huaycos, • Inundaciones, • Accidentes tecnológicos,
• Accidentes de tránsito, etc.
Para
analizar las amenazas que pueden afectar la Institución Educativa, es conveniente
contar con el apoyo del INDECI y de otras instituciones como el Gobierno Local,
INRENA, IGN, universidades, etc., que pueden poner a disposición sus estudios y
mapas de amenaza de la zona, los mapas de riesgo y otra información que posean
y que sean de utilidad para este propósito.
1.2. Identificar factores de
vulnerabilidad/sostenibilidad:
Se
refiere a la identificación de los factores de vulnerabilidad o sostenibilidad
que pueden afectar tanto negativa como positivamente la capacidad de la comunidad
educativa para enfrentar una determinada amenaza y para recuperarse de sus
efectos dañinos.
1.3. Identificación de riesgos:
A continuación proponemos ejemplos de
preguntas útiles para evaluar el grado de vulnerabilidad de la comunidad
educativa:
El
riesgo es el producto de que se junte una determinada amenaza con los factores
de vulnerabilidad o de debilidad que afectan la capacidad de la comunidad
educativa para resistir sin traumatismos los efectos de esa misma amenaza. La
identificación de riesgos consiste en que nos preguntemos “qué pasaría sí...”
Por ejemplo, si nos preguntáramos: ¿qué pasaría si hubiera un terremoto?
Debemos tener en cuenta datos como:
•
¿De qué magnitud? (Recordemos que la magnitud indica la energía liberada y se
mide en la Escala de Richter) • ¿De qué profundidad? (Recordemos que mientras
más superficial el sismo, será más dañino para las comunidades cercanas al
epicentro). Recordemos además que la capacidad de las instalaciones para
resistir el movimiento depende de cómo, dónde y con qué estén construidas.
Entonces la respuesta a la pregunta anterior
dependerá de: • Si las instalaciones están construidas sobre suelos rocosos o
firmes, • Si posee estructura sismorresistente y buen mantenimiento, • Si es
una casona de adobe con techo de teja de barro o sin mantenimiento, etc.
Además
deberíamos preguntarnos también: si se viniera abajo la infraestructura
educativa ¿qué pérdidas experimentaríamos en vidas humanas, en personas
heridas, en bienes materiales, muebles y equipos, en libros y documentos, etc.?
El
mismo tipo de preguntas nos las podemos hacer frente a otras amenazas como: una
inundación, un deslizamiento o derrumbe, un incendio, una ventisca, un ataque
armado, etc.
1.4. Identificación de recursos:
Una vez evaluados los riesgos, es decir,
cuando sepamos “qué pasaría si...”, debemos proceder a identificar con qué
recursos cuenta la comunidad educativa para prevenir las amenazas (cuando ello
sea posible) y para mitigar los factores de vulnerabilidad, o para responder
adecuadamente en caso de que se presente un desastre.