LA PROGRAMACIÓN CURRICULAR
La acción educativa tiene como núcleo central a la
persona, fomentando su desarrollo holístico a través de la articulación
de sus capacidades conocimientos, valores y actitudes que favorezcan el
despliegue de sus potencialidades, la persona debe ser formada desde todas y
cada una de las áreas curriculares de manera integral, considerando en
todo momento la significatividad y funcionalidad del aprendizaje que abre la
posibilidad para que los estudiantes conecten e integren en forma dinámica
diferentes saberes. Mientras más conexiones se pueden hacer respecto a un
aprendizaje determinado existen más posibilidades de asimilarlo y usar
adecuadamente las capacidades para resolver un problema real.
El docente como mediador educativo es el encargado de
sugerir, motivar, abrir el camino, dar luces, cuestionar, problematizar,
solicitar aclaraciones, reforzar y evaluar aprendizajes; para ello cuenta con
un importante instrumento de planificación que es el currículo.
El currículo brinda las pautas de la intencionalidad de la
educación formal, por lo tanto orienta la acción educativa, encamina la
selección y desarrollo de las actividades, compromete la acción de todos los
miembros de la Institución Educativa, regula la organización del tiempo y el
empleo de los materiales y los ambientes, además es el instrumento central de
la evaluación.
Como instrumento de planificación, el currículo tiene
exigencias básicas que son:
- Debe ser pertinente: Adecuado a las características del ámbito donde se aplica, responder a las demandas sociales y culturales de la comunidad y principalmente atender a las necesidades concretas de los estudiantes.
- Tiene que ser un producto social: Construido con participación, en instancias diversas de personas y entidades capaces de interpretar los problemas y proyectos de la comunidad nacional, regional y local.
- Debe favorecer la práctica y vivencia de valores.
- Debe estar concebido para permitir la incorporación de elementos que lo hagan más adecuado a la realidad.
- Debe estar sujeto a un proceso de reelaboración y atento a la diversidad.
- Debe permitir que se introduzcan modificaciones necesarias en función de las características y ritmos de aprendizaje de los estudiantes.
- Debe estar orientado a promover el desarrollo integral de los estudiantes
- Debe contener fines y propósitos en términos de competencias
- Debe responder a demandas sociales y culturales y a las necesidades de los alumnos
- Debe orientar la práctica docente.
Por todas las exigencias y características mencionadas, el
currículo debe convertirse en un instrumento que promueva la formación de
conciencia ambiental con una propuesta orientada a dotar a los estudiantes de
conocimientos, procedimientos y actitudes necesarias para solucionar los
problemas ambientales prioritarios de la Institución Educativa.
Para incorporar el problema (ambiental) prioritario
identificado por la Institución Educativa relacionado a su vida diaria es
necesario que éste se incluya en el PEI (Proyecto Educativo Institucional)
dentro del diagnóstico, análisis FODA, misión, visión, valores, objetivos y a
lo largo de la propuesta de gestión y pedagógica.
El PCC (Proyecto Curricular de Centro) debe contener también
el problema ambiental prioritario relacionado a los residuos sólidos en el
diagnóstico situacional, objetivos institucionales, contenido transversal y
competencias.
En la programación curricular a nivel de aula, el problema
ambiental prioritario se puede incorporar en la programación anual dentro del
calendario de la comunidad, celebrando el día relacionado con el problema
prioritario e incorporando capacidades contextualizadas orientadas a la
solución del problema ambiental prioritario.
En la planificación a corto plazo las unidades didácticas
deben estar orientadas a la formación de capacidades que contribuyan a la
solución de los problemas prioritarios identificados.
Para trabajar las unidades didácticas, éstas se deben
seleccionar de acuerdo a los aprendizajes, servicios, productos o contenidos
específicos que se buscan alcanzar en los estudiantes, considerando en todo
momento que éstos deben estar ligados a fomentar la solución y prevención del
problema ambiental prioritario de la Institución Educativa. En las unidades
didácticas se deben de contextualizar las capacidades del Diseño Curricular
Nacional (DCN) y los aprendizajes esperados de acuerdo a las necesidades de
aprendizaje identificadas por los docentes en el saber, el saber hacer y el
saber ser.
El objetivo de trabajar con la Programación Curricular es
hacer a los alumnos competentes para que solucionen y prevengan de manera
efectiva los problemas ambientales prioritarios que se presenten en su entorno.
Antes de iniciar el proceso de programación curricular los
docentes deben definir los tres tipos de saberes fundamentales que esperan
desarrollar en los estudiantes de tal manera que éstos estén preparados para
contribuir eficientemente a la gestión ambiental de la institución educativa en
torno a sus problemas ambientales prioritarios. La definición de los saberes
fundamentales se hará en primer lugar como un listado que se traducirá en
capacidades en el nivel primario y en aprendizajes esperados en el nivel
secundario.
Esta identificación de saberes fundamentales que vendrían a
ser las necesidades de aprendizaje de los estudiantes, permitirán diversificar
y contextualizar el currículo de manera adecuada para contribuir eficientemente
a la solución de los problemas prioritarios que han sido identificados. Al
respecto, la diversificación se define como el proceso cunicular que
permite la adaptación, adecuación, selección, clasificación y desestimación de
las capacidades y contenidos que serán pertinentes realizar - y como realizar -
luego de un proceso de diagnóstico; este proceso curricular se desarrolla
basado en las necesidades e intereses del educando y teniendo en cuenta las
expectativas internas y externas. La contextualización es la adaptación de los
temas a las circunstancias locales en las que se desarrolla el proceso de enseñanza
y aprendizaje, contextualizar es propiciar los aprendizajes a partir de los
elementos motivadores del entorno.