Ambos procesos son previos a la lectura y la escritura
convencional, por tanto, si no se lleva a cabo de forma adecuada y por pasos,
las siguientes etapas serán más complicadas de sobrellevar.
En primer lugar, la preescritura se entiende como
todos aquellos trazos, garabatos y líneas sin significado real, que el niño
realiza de forma previa a la escritura de letras, palabras…, que sí tienen
sentido completo en el lenguaje.